Por: Facultad de Ciencias de la
Salud
Siete pasos para una alimentación sana
en Guatemala
La olla de Guatemala es una guía dietética con
dos objetivos dispares, ayudar a prevenir enfermedades crónicas
y evitar las carencias nutritivas
La olla de Guatemala, guía alimentaria del país,
se publicó en el año 1998 gracias al esfuerzo
realizado por la Comisión Nacional de Guías Alimentarias
(CONGA), con el apoyo técnico del Instituto de Nutrición
de Centro América y Panamá (INCAP), instituto
que lidera la publicación de interpretaciones gráficas
de los tipos de alimentos y de su frecuencia de consumo como
herramientas de educación alimentaria para la población
general de Centroamérica.
Para adaptarse a las necesidades específicas de cada
país, expertos profesionales y técnicos recurrieron
a herramientas innovadoras y muy creativas, representando los
grupos de alimentos en diversos formatos y dependiendo del país,
desde la olla de la alimentación de Guatemala al plato
del buen comer de México o el círculo de alimentos
de Costa Rica. El objetivo de todas ellas es guiar a la población
de distintas nacionalidades para decidir intuitivamente qué
tipos de alimentos debe llevar a la mesa familiar, para completar
las recomendaciones nutricionales.
Una guía adaptada al país
La mayoría de la población guatemalteca sufre
trastornos nutricionales debido a la falta de una alimentación
adecuada, tanto en calidad como en cantidad. Estos problemas
se relacionan con una alimentación monótona, escasa,
y baja en el consumo de alimentos ricos en vitamina A y hierro.
Esto implica que exista una alta prevalencia de desnutrición,
anemia, enfermedades infecto-contagiosas y, en menor grado,
problemas de la vista.
La olla de la alimentación guatemalteca se adapta a
las necesidades especiales del país, como la falta de
una alimentación adecuada, tanto en cantidad como en
calidad.
Por otro lado, existe otro grupo de población que, por
exceso de alimentación, son obesos y, como consecuencia,
padecen de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión
y enfermedades del corazón. La olla de la alimentación
de Guatemala va dirigida a toda esta población de riesgo,
así como a la familia, entendida como población
sana mayor de dos años de edad. La olla se acompaña
de mensajes orientados tanto a la reducción del riesgo
de desarrollar enfermedades crónicas (obesidad o diabetes,
por ejemplo) como a la prevención de deficiencias nutricionales.
Mensajes que acompañan a las guías dietéticas
Un aspecto destacable de esta guía es la recomendación
de combinar leguminosas con cereales como el arroz, ya que esto
permite obtener proteínas de buena calidad, más
económicas y asequibles para la población guatemalteca
que la proteína animal. Asimismo, se hace hincapié
en la necesidad de tomar complementos o alimentos fortificados,
en especial con hierro y vitamina A, ya que las carencias de
estos nutrientes son frecuentes entre los grupos de población
más vulnerables.
Estas son algunas de las recomendaciones o mensajes más
comunes que incluye la olla:
• La alimentación debe ser lo más variada
posible.
• Conviene aumentar el consumo de vegetales, frutas y
cereales.
• Es preciso incrementar la ingesta de alimentos ricos
en hierro y vitamina A.
• Se aconseja combinar leguminosas y cereales en una misma
comida para obtener proteínas tan completas como las
de origen animal.
• Es muy importante la higiene en la preparación
de los alimentos.
•
Los siete pasos para una alimentación sana
En la olla de Guatemala se representan seis grupos de alimentos
básicos, así como la frecuencia de consumo aconsejada,
tanto diaria como semanal, de cada uno de ellos.
Todos los días
1. Granos (legumbres), cereales y papas (patatas)
2. Hierbas y verduras
3. Frutas
Por lo menos, 1 vez/semana
4. Carnes
Por lo menos, 2 veces/semana
5. Leche y derivados
Con moderación
6. Azúcar y grasas
A continuación se muestran los siete pasos que quedan
reflejados junto a la olla de la alimentación de Guatemala:
1. Incluya en todos los tiempos de comida granos, cereales
o papas, porque alimentan, son económicos y sabrosos.
2. Coma todos los días hierbas o verduras para beneficiar
su organismo.
3. Todos los días coma fruta, cualquiera que sea, porque
son sanas, digestivas y alimenticias.
4. Si come todos los días tortillas (de harina de cereal)
y frijoles, por cada tortilla coma una cucharada de fríjol
para que ésta sea más sustanciosa.
5. Coma dos veces por semana, por lo menos, un huevo, un trozo
de queso o un vaso de leche para complementar su alimentación.
6. Al menos una vez por semana coma un pedazo de hígado
o de carne para fortalecer su organismo.
7. Para mantenerse sano, coma variado como se indica en la olla
familiar.
Diferencias con la guía mediterránea
Así como en España las recomendaciones de consumo
de proteínas (carnes, pescados, huevos y sus derivados)
son de 3 a 4 veces por semana, en la olla de Guatemala se puede
observar que la frecuencia de consumo aconsejada para esos alimentos
es de «al menos 1 vez por semana». Lo cierto es
que nada tienen que ver las condiciones en las se encuentra
la población guatemalteca con las de nuestro país
en cuanto a recursos socio-económicos o culturales. De
este modo, para subsanar posibles carencias de proteínas
en Guatemala, existe la recomendación de combinar alimentos
vegetales (frijoles con arroz) como alternativa idónea.
Del mismo modo, llaman la atención las recomendaciones
de consumo de lácteos, dado que en la olla se indica
«por lo menos 2 veces por semana», cuando en otros
países como el nuestro las recomendaciones son de entre
2 y 4 raciones diarias. ¿Cómo garantizan, entonces,
el aporte de calcio, esencial para el correcto desarrollo y
mantenimiento de la masa ósea? En Guatemala disponen
de alimentos y de una tradición culinaria que permite
cubrir en parte las recomendaciones de dicho mineral.
Además, existen alimentos de diseño como la Incaparina
o la Bienestarina, harinas enriquecidos en calcio, hierro, vitamina
A y vitaminas del grupo B, que se dispensan de manera gratuita
entre la población más necesitada. La primera
se compone básicamente de harina de maíz y de
soja, carbonato de calcio, hierro, vitamina A y vitaminas del
grupo B. Por su parte, la Bienestarina es una harina compuesta
por una mezcla vegetal, vitaminas y minerales que se da como
complemento nutritivo a niños de más de 6 meses
de edad. El objetivo de estos alimentos de diseño es
ayudar a la disminución de los diferentes niveles de
anemia por carencia de hierro, y de otros nutrientes como la
falta de vitamina A. Cabe señalar que tanto una como
la otra son equivalentes a la leche en su valor nutritivo, pero
de más bajo costo.