Revista electrónica Año IV, No. 5, 26 de julio de 2009
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Por: Facultad de Ciencias de la Salud

 

¿Por qué las alergias?

¿Al entrar en contacto con el polvo del ambiente, mascotas, detergentes, perfumes e inclusive accesorios de bisutería, tu cuerpo reacciona con una serie de síntomas extraños? Si tu respuesta es positiva, es momento de buscar ayuda médica. Descubre las novedosas alternativas para tratar las alergias, así como los hábitos a adquirir para controlarlas.

Ese desagradable lagrimeo, estornudos incontrolables o el intenso escozor y sarpullido que atormentan tus días no son síntomas que debas eludir. Pueden ser indicios de uno o varios trastornos de salud desencadenados por alergias, las cuales de no ser controladas a tiempo deterioran tu calidad de vida.

Sus manifestaciones son leves, graves o de intensidad variable, pueden empeorar o no con el tiempo, afectan todo el cuerpo y, a veces, hasta provocan la muerte. Eso sucede porque, según el Manual Merck de la Salud, las alergias son la tendencia del sistema de inmunológico a reaccionar con respuestas exageradas ante ciertas sustancias que al inhalarse o ser inyectadas, ingeridas o tocadas, resultan alergénicas.

De acuerdo con el área donde éstas actúen se manifiestan síntomas en el aparato respiratorio y la piel, como rinitis o rinoconjuntivitis alérgica estacional o perenne, asma bronquial, dermatitis atópica y urticaria. En algunos casos conllevan trastornos digestivos, o bien dan lugar a reacciones graves como anafilaxia -dificultad para respirar, desmayo y taquicardia-.

Para que conozcas las reacciones alérgicas más comunes en las mujeres, los expertos alergólogos e inmunólogos describen algunas.

Alergias respiratorias

Son aquellas que se activan o reactivan al exponer el sistema inmunológico a humedad por lluvias, frío, polvo, ácaros, esporas, tejidos epiteliales de mascotas, polen, entre otros. Estos factores irritan las vías respiratorias, modifican su funcionamiento y propician cambios en las mucosas.

Cuando estos elementos entran en contacto con tus vías nasales, sólo si eres alérgica aparece una cascada de síntomas. El doctor Juan Pablo Maselli, alergólogo, menciona que entre los más comunes sobresalen el lagrimeo, irritación de los ojos e inflamación de los párpados -conjuntivitis alérgica-, picazón y secreción nasal o estornudos continuos -rinitis-, esta última persiste por períodos largos, o bien sus molestias son recurrentes o hay una hiperactividad bronquial -asma-, secreción de flema pegajosa y sensación de ahogo.

Para que sepas cómo controlar esos síntomas es necesario que de inmediato busques ayuda médica, con el fin de determinar el diagnóstico y definir tu tratamiento. Beatriz Meza, dermatóloga y experta en alergias de contacto, menciona que actualmente se hacen estudios exhaustivos con análisis de laboratorio que sirven para verificar el estado general del sistema inmunológico y confirmar los niveles de participación de los mecanismos a favor o en contra de la alergia.

Los estudios radiológicos, la espirometría y la tomografía computarizada, son de utilidad para comprobar el grado de afección de las vías respiratorias. Asimismo, sirven para evaluar las capacidades y funciones pulmonares con el fin de detectar o prevenir de forma precoz una eventual complicación.

En materia de prevención sobresalen los Prick Test o test de diagnóstico alergológico específicos. Sirven para encontrar los factores ambientales que desencadenan tus síntomas. Con ellos puedes implementar las medidas necesarias para evitar el contacto con los alérgenos y así definir una inmunoterapia -combinación de alérgenos inyectada al organismo- adecuada a tus necesidades.

Alergias por contacto


Por lo regular se manifiestan con irritación, agrietamiento, descamación, ronchas, ampollas o escozor en la piel. En especial, en áreas expuestas a la radiación solar, metales, níquel y látex, o bien a sustancias químicas de los detergentes, perfumes, esencias, jabones, cosméticos y esmalte de uñas, explica la doctora Michelle Rigalt, alergóloga.

Para detectar si padeces de alergias de contacto, la especialista sugiere optar por las pruebas de parche o Patch test. La técnica consiste en aplicar el alérgeno en cierta área de piel para que desarrolle su respuesta inflamatoria en las próximas 96 horas.

De acuerdo con el Manual Merck de la Salud, entre este grupo de alergias también se mencionan aquellas que surgen del contacto con el semen del compañero sexual. Aunque éstas son inusuales aparecen en las mujeres, cuyo sistema inmunológico estimula la producción de anticuerpos que actúan contra las secreciones de su pareja. Los síntomas se manifiestan durante el coito, con picazón y ronchas en todo el cuerpo, hay dificultad para respirar y es probable que se produzca un desmayo.

Alergias alimentarias

Aparecen como reacción inmunológica a determinada proteína o cierto aditivo añadido al alimento. Cuando se combinan con un anticuerpo del organismo se produce una respuesta inmunitaria que propicia la liberación de histamina. Este proceso ocasiona trastornos gastrointestinales -náusea, vómitos y diarrea-, eczema, urticaria, congestión nasal y tumefacción de los vasos sanguíneos.

Una encuesta realizada en Internet y organizada por la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica -AAAeIC- reveló que alrededor del cinco por ciento de la población de las Américas padece alergia a alimentos como lácteos, fresas, pescados, mariscos, cereales, frutos secos y algunos colorantes o químicos de los productos procesados.

Si has notado malestares al ingerir alguno de esos productos, las dietas restrictivas resultan efectivas. Según Lilian Rosal, nutrióloga, el objetivo de este régimen de exclusión es identificar el alérgeno y excluirlo de la alimentación. Este tratamiento, como todos, no debe seguirse sin la supervisión médica.

Las técnicas de la medicina moderna también ofrecen la alternativa de hacerte las pruebas cutáneas de Prick o las de sangre con el método RAST, que son la detección in vitro de anticuerpos IgE específicos contra el alimento, con base a los resultados se sugiere la dieta.

Alergias por fármacos

En general, las reacciones adversas a medicamentos son comunes y casi cualquier fármaco puede causarlas. Los síntomas van desde una irritación, efectos secundarios como náuseas y vómitos, hasta anafilaxia potencialmente mortal.

La penicilina y los antibióticos son su causa más común, aunque hay otros medicamentos involucrados como: sulfamidas, anticonvulsivos, insulina de fuentes animales, antiinflamatorios y yodo de medios de contraste para rayos X. Las pruebas cutáneas sólo pueden confirmar alergias a la penicilina, para otras variedades pueden resultar ineficaces o peligrosas. Con el panorama de los múltiples tipos de alergias y ante los síntomas, lo mejor es ponerse en contacto con el médico de inmediato.

La prevención empieza en casa

Las medidas preventivas son la clave para limitar, atenuar o evitar los distintos episodios de alergia.

Alergias respiratorias

• Aléjate de las mascotas, en especial si sufres trastornos respiratorios como rinitis o asma. Si ya tienes una en casa, cerciórate de mantenerla en un sitio retirado de las habitaciones que frecuentas. Pídele a un familiar que se encargue de asearle la cama, jaula y demás enseres por lo menos dos veces a la semana.
• Mantén el dormitorio bien ventilado para evitar la humedad de las paredes, restringe el uso de alfombras y estanterías con libros porque acumulan polvo y ácaros.
• Cubre el colchón de la cama y las almohadas con fundas de fibra sintética -poliuretano-. Y una vez al mes rocíalos con sustancias especiales para exterminar a los ácaros.
• Utiliza una mascarilla para cubrirte la nariz y la boca antes de exponerte a las actividades de limpieza del hogar. Usa un paño húmedo para sacudir y al barrer el piso. De preferencia evita los desinfectantes demasiado aromáticos e insecticidas y, una vez a la semana, pasa la aspiradora en paredes y suelos.
• Asolea el calzado, abrigos, suéteres y chumpas una vez cada dos meses, en especial durante la época de lluvia, para así evitar que acumulen moho y ácaros.

Alergias por contacto

• Utiliza cosméticos hipoalergénicos. Si el malestar persiste es mejor obviarlos.
• Evita el uso de accesorios de bisutería.
• Utiliza guantes de látex si te expones a cualquier detergente.
• Restringe el uso de condones de látex si éstos te producen alguna reacción alérgica, consulta con tu ginecólogo acerca de los más apropiados.

Alergias alimentarias

• No comas alimentos que te producen alergia.
• Revisa las etiquetas de los alimentos para cerciorarte de que no lleven el químico que te hace daño.
• Presta atención en lugares y situaciones de riesgo: banquetes, comedores escolares y heladerías.
• Evita el consumo de alimentos procesados.

Gana el combate

No existe un remedio o tratamiento universal que funcione igual en todas las personas alérgicas. Por eso, la consulta y el diagnóstico certero son esenciales, ya que permiten un perfecto control de los síntomas de la enfermedad alérgica, evitan su agravamiento y, a veces, hasta logran hacerla desaparecer definitivamente.

Sin embargo, existen numerosos recursos farmacológicos para controlarlas. Entre los más modernos están los antihistamínicos y antileucotrienos, los cuales inhiben las sustancias que intervienen en los procesos de inflamación; también están los corticoides de uso tópico -nasal, bronquial, dérmico-, que resultan eficaces siempre que se sigan las dosis indicadas por el médico especialista.

Los anticuerpos monoclonales y bloqueocitoquinas bloquean la respuesta alérgica porque, en particular, actúan directamente sobre la causa de la enfermedad. Otros son los inhibidores de calcineurina, los cuales son compuestos tópicos específicos para las dermatitis.

Una vez que se conoce la causa de la alergia también están los tratamientos de inmunoterapia. Funcionan como las vacunas, es decir, se suministran al paciente bajas dosis de los alérgenos que le afectan. Con ello, el organismo desarrollará defensas ante la exposición y la anulación de la respuesta alérgica.

La terapia Anti-IgE omalizumab es un tratamiento monoclonal, es decir, con base en anticuerpos que inhiben la inmunoglobulina E, con el objetivo de frenar la respuesta inflamatoria de los bronquios. Es específico para pacientes con rinitis alérgica estacional o perenne y asma crónica.

Para obtener el máximo beneficio de esta amplia gama de recursos, el especialista -alergólogo o inmunólogo- prepara un esquema de tratamiento individualizado y adaptado a cada paciente. Esto sucede porque las reacciones y síntomas son distintos entre una persona alérgica y otra, hay variedad en los niveles de intensidad y consecuencias variables.

¡Alerta! Ante cualquier síntoma provocado por un supuesto alérgeno consulta de inmediato al especialista. Así evitarás llegar a cuadros severos.




 

 

 

 

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