Por: Yeni Leiva/Facultad de Ciencias
de la Salud
ALERGIAS
Entrevista realizada por la revista Amiga a varios
alergólogos, dentro de los que está nuestro catedrático
el Dr. Juan Pablo Maselli, coordinador del área académica
de la licenciatura en Medicina.
¿Por qué las alergias?
¿Al entrar en contacto con el polvo del ambiente, mascotas,
detergentes, perfumes e inclusive accesorios de bisutería,
tu cuerpo reacciona con una serie de síntomas extraños?
Si tu respuesta es afirmativa, es momento de buscar ayuda médica.
Descubre las novedosas alternativas para tratar las alergias,
así como los hábitos a adquirir para controlarlas.
Ese desagradable lagrimeo, estornudos incontrolables o el intenso
escozor y sarpullido que atormentan tus días no son síntomas
que debas eludir. Pueden ser indicios de uno o varios trastornos
de salud desencadenados por alergias, las cuales de no ser controladas
a tiempo deterioran tu calidad de vida.
Sus manifestaciones son leves, graves o de intensidad
variable, pueden empeorar o no con el tiempo, afectan todo el
cuerpo y, a veces, hasta provocan la muerte. Eso sucede porque,
según el Manual Merck de la Salud, las alergias son la
tendencia del sistema de inmunológico a reaccionar con
respuestas exageradas ante ciertas sustancias que al inhalarse
o ser inyectadas, ingeridas o tocadas, resultan alergénicas.
De acuerdo con el área donde actúen, se manifiestan
síntomas en el aparato respiratorio y la piel, como rinitis
o rinoconjuntivitis alérgica estacional o perenne, asma
bronquial, dermatitis atópica y urticaria. En algunos casos
conllevan trastornos digestivos, o bien dan lugar a reacciones
graves como anafilaxia -dificultad para respirar, desmayo y taquicardia-.
Para que conozcas las reacciones alérgicas
más comunes en las mujeres, los expertos alergólogos
e inmunólogos describen algunas.
Alergias respiratorias
Son aquellas que se activan o reactivan al exponer el sistema
inmunológico a humedad por lluvias, frío, polvo,
ácaros, esporas, tejidos epiteliales de mascotas, polen,
entre otros. Estos factores irritan las vías respiratorias,
modifican su funcionamiento y propician cambios en las mucosas.
Cuando estos elementos entran en contacto con
tus vías nasales, sólo si eres alérgica aparece
una cascada de síntomas. El doctor Juan Pablo Maselli,
alergólogo, menciona que entre los más comunes sobresalen
el lagrimeo, irritación de los ojos e inflamación
de los párpados -conjuntivitis alérgica-, picazón
y secreción nasal o estornudos continuos -rinitis-, esta
última persiste por períodos largos, o bien sus
molestias son recurrentes o hay una hiperactividad bronquial -asma-,
secreción de flema pegajosa y sensación de ahogo.
Para que sepas cómo controlar esos síntomas es necesario
que de inmediato busques ayuda médica, con el fin de determinar
el diagnóstico y definir tu tratamiento. Beatriz Meza,
dermatóloga y experta en alergias de contacto, menciona
que actualmente se hacen estudios exhaustivos con análisis
de laboratorio que sirven para verificar el estado general del
sistema inmunológico y confirmar los niveles de participación
de los mecanismos a favor o en contra de la alergia.
Los estudios radiológicos, la espirometría y la
tomografía computarizada, son de utilidad para comprobar
el grado de afección de las vías respiratorias.
Asimismo, sirven para evaluar las capacidades y funciones pulmonares
con el fin de detectar o prevenir de forma precoz una eventual
complicación.
En materia de prevención sobresalen los Prick Test o test
de diagnóstico alergológico específicos.
Sirven para encontrar los factores ambientales que desencadenan
tus síntomas. Con ellos puedes implementar las medidas
necesarias para evitar el contacto con los alérgenos y
así definir una inmunoterapia -combinación de alérgenos
inyectada al organismo- adecuada a tus necesidades.
Alergias por contacto
Por lo regular se manifiestan con irritación, agrietamiento,
descamación, ronchas, ampollas o escozor en la piel. En
especial, en áreas expuestas a la radiación solar,
metales, níquel y látex, o bien a sustancias químicas
de los detergentes, perfumes, esencias, jabones, cosméticos
y esmalte de uñas, explica la doctora Michelle Rigalt,
alergóloga.
Para detectar si padeces de alergias de contacto, la especialista
sugiere optar por las pruebas de parche o Patch test. La técnica
consiste en aplicar el alérgeno en cierta área de
piel para que desarrolle su respuesta inflamatoria en las próximas
96 horas.
De acuerdo con el Manual Merck de la Salud, entre este grupo de
alergias también se mencionan aquellas que surgen del contacto
con el semen del compañero sexual. Aunque éstas
son inusuales aparecen en las mujeres, cuyo sistema inmunológico
estimula la producción de anticuerpos que actúan
contra las secreciones de su pareja. Los síntomas se manifiestan
durante el coito, con picazón y ronchas en todo el cuerpo,
hay dificultad para respirar y es probable que se produzca un
desmayo.
Alergias alimentarias
Aparecen como reacción inmunológica a determinada
proteína o cierto aditivo añadido al alimento. Cuando
se combinan con un anticuerpo del organismo se produce una respuesta
inmunitaria que propicia la liberación de histamina. Este
proceso ocasiona trastornos gastrointestinales -náusea,
vómitos y diarrea-, eczema, urticaria, congestión
nasal y tumefacción de los vasos sanguíneos.
Una encuesta realizada en Internet y organizada por la Asociación
Argentina de Alergia e Inmunología Clínica -AAAeIC-
reveló que alrededor del cinco por ciento de la población
de las Américas padece alergia a alimentos como lácteos,
fresas, pescados, mariscos, cereales, frutos secos y algunos colorantes
o químicos de los productos procesados.
Si has notado malestares al ingerir alguno de esos productos,
las dietas restrictivas resultan efectivas. Según Lilian
Rosal, nutrióloga, el objetivo de este régimen de
exclusión es identificar el alérgeno y excluirlo
de la alimentación. Este tratamiento, como todos, no debe
seguirse sin la supervisión médica.
Las técnicas de la medicina moderna también ofrecen
la alternativa de hacerte las pruebas cutáneas de Prick
o las de sangre con el método RAST, que son la detección
in vitro de anticuerpos IgE específicos contra el alimento,
con base a los resultados se sugiere la dieta.
Alergias por fármacos
En general, las reacciones adversas a medicamentos son comunes
y casi cualquier fármaco puede causarlas. Los síntomas
van desde una irritación, efectos secundarios como náuseas
y vómitos, hasta anafilaxia potencialmente mortal.
La penicilina y los antibióticos son su causa más
común, aunque hay otros medicamentos involucrados como:
sulfamidas, anticonvulsivos, insulina de fuentes animales, antiinflamatorios
y yodo de medios de contraste para rayos X. Las pruebas cutáneas
sólo pueden confirmar alergias a la penicilina, para otras
variedades pueden resultar ineficaces o peligrosas. Con el panorama
de los múltiples tipos de alergias y ante los síntomas,
lo mejor es ponerse en contacto con el médico de inmediato.
La prevención empieza en casa
Las medidas preventivas son la clave para limitar, atenuar o evitar
los distintos episodios de alergia.
Alergias respiratorias
• Aléjate de las mascotas, en especial si sufres
trastornos respiratorios como rinitis o asma. Si ya tienes una
en casa, cerciórate de mantenerla en un sitio retirado
de las habitaciones que frecuentas. Pídele a un familiar
que se encargue de asearle la cama, jaula y demás enseres
por lo menos dos veces a la semana.
• Mantén el dormitorio bien ventilado para evitar
la humedad de las paredes, restringe el uso de alfombras y estanterías
con libros porque acumulan polvo y ácaros.
• Cubre el colchón de la cama y las almohadas con
fundas de fibra sintética -poliuretano-. Y una vez al mes
rocíalos con sustancias especiales para exterminar a los
ácaros.
• Utiliza una mascarilla para cubrirte la nariz y la boca
antes de exponerte a las actividades de limpieza del hogar. Usa
un paño húmedo para sacudir y al barrer el piso.
De preferencia evita los desinfectantes demasiado aromáticos
e insecticidas y, una vez a la semana, pasa la aspiradora en paredes
y suelos.
• Asolea el calzado, abrigos, suéteres y chumpas
una vez cada dos meses, en especial durante la época de
lluvia, para así evitar que acumulen moho y ácaros.
Alergias por contacto
• Utiliza cosméticos hipoalergénicos. Si el
malestar persiste es mejor obviarlos.
• Evita el uso de accesorios de bisutería.
• Utiliza guantes de látex si te expones a cualquier
detergente.
• Restringe el uso de condones de látex si éstos
te producen alguna reacción alérgica, consulta con
tu ginecólogo acerca de los más apropiados.
Alergias alimentarias
• No comas alimentos que te producen alergia.
• Revisa las etiquetas de los alimentos para cerciorarte
de que no lleven el químico que te hace daño.
• Presta atención en lugares y situaciones de riesgo:
banquetes, comedores escolares y heladerías.
• Evita el consumo de alimentos procesados.
Gana el combate
No existe un remedio o tratamiento universal que funcione igual
en todas las personas alérgicas. Por eso, la consulta y
el diagnóstico certero son esenciales, ya que permiten
un perfecto control de los síntomas de la enfermedad alérgica,
evitan su agravamiento y, a veces, hasta logran hacerla desaparecer
definitivamente.
Sin embargo, existen numerosos recursos farmacológicos
para controlarlas. Entre los más modernos están
los antihistamínicos y antileucotrienos, los cuales inhiben
las sustancias que intervienen en los procesos de inflamación;
también están los corticoides de uso tópico
-nasal, bronquial, dérmico-, que resultan eficaces siempre
que se sigan las dosis indicadas por el médico especialista.
Los anticuerpos monoclonales y bloqueocitoquinas bloquean la respuesta
alérgica porque, en particular, actúan directamente
sobre la causa de la enfermedad. Otros son los inhibidores de
calcineurina, los cuales son compuestos tópicos específicos
para las dermatitis.
Una vez que se conoce la causa de la alergia también están
los tratamientos de inmunoterapia. Funcionan como las vacunas,
es decir, se suministran al paciente bajas dosis de los alérgenos
que le afectan. Con ello, el organismo desarrollará defensas
ante la exposición y la anulación de la respuesta
alérgica.
La terapia Anti-IgE omalizumab es un tratamiento monoclonal, es
decir, con base en anticuerpos que inhiben la inmunoglobulina
E, con el objetivo de frenar la respuesta inflamatoria de los
bronquios. Es específico para pacientes con rinitis alérgica
estacional o perenne y asma crónica.
Para obtener el máximo beneficio de esta amplia gama de
recursos, el especialista -alergólogo o inmunólogo-
prepara un esquema de tratamiento individualizado y adaptado a
cada paciente. Esto sucede porque las reacciones y síntomas
son distintos entre una persona alérgica y otra, hay variedad
en los niveles de intensidad y consecuencias variables.
¡Alerta! Ante cualquier síntoma provocado por un
supuesto alérgeno consulta de inmediato al especialista.
Así evitarás llegar a cuadros severos.
Fuentes: Ann Michelle Rigalt, alergóloga
e inmunóloga. Beatriz Meza, alergóloga. Juan Pablo
Maselli, alergólogo e inmunólogo. Manual Merck de
información médica para el hogar, Editorial Océano.
Consejos para el paciente alérgico, Grupo Menarini.

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